Con fe, lo imposible soñar.
Narración de ficción sobre la historia de la Rondalla del CUM preparada para programa del Concierto de L Aniversario.
Narración de ficción sobre la historia de la Rondalla del CUM preparada para programa del Concierto de L Aniversario.
por Juan Andrés Morales Velasco.
Después de acompañar a Mariana hasta su casa, Miguel apresuró su paso por las largas cuadras de la Colonia Del Valle. Una cita inusual le aguardaba. Era una reunión donde podía disfrutar de su pasión, donde el silencio y el sonido se amalgaman en lengua, arte y vida. Esa "reunión X" a la que un maestro los había convocado tiempo atrás para compartir su música con el afán de aprender y ejecutar temas musicales que pudieran atraer a los adolescentes y jóvenes para compartir la vida y la buena nueva. Lo mismo animaban una eucaristía que las reuniones juveniles posteriores. Todos ellos tenían en común el gusto por la música, ese precioso pretexto para compartir el maravilloso don de la vida. Es 1965 y el alma de estos jóvenes está llena música, de arte, de sueños, ¡de vida! Había nacido pues, el Coro y Rondalla del Centro Universitario México del alma de unos jóvenes dirigidos por Federico Pardo Zepeda, hermano marista que supo juntar aquellos talentos y ponerlos al servicio de los demás a través de la música, dejando huella con el primer material discográfico llamado Canciones de Jornadas de Vida Cristiana.
Los años 60 del siglo XX son un hervidero de nuevas ideas y el CUM no es la excepción. Alumnos y maestros unen sus talentos para llevar a cabo un festival diferente en el que conviven el teatro y la música, un espacio de expresión artística al que llamaron noche colonial. Mariana y Miguel se encuentran ahí para tener un momento de sana convivencia y hasta un espacio para enamorarse. La noche colonial que auspició el Centro Universitario México y que animó el Coro y Rondalla del CUM se hizo muy popular, ya que traía al contexto citadino la fiesta popular mexicana de los pueblos y comunidades de cada rincón del país. Se presentaron diversos grupos musicales y como recuerdo de cada noche colonial, sus integrantes recibieron un listón conmemorativo del mismo modo que los tunos españoles recibían un listón de manos de la doncella a la que le llevaba serenata. También recibían una bebida de cortesía como cuando aquellos estudiantes medievales animaban los mesones con sus cantos. Cosa aparte resultó el atuendo de los rondallos: una camisa de cuello de tortuga, pantalón gris oxford y saco azul, atuendo que resultó tan versátil como su repertorio, ya que en los temas mexicanos acompañaban el uniforme con un corbatín de listón y un jorongo, muy similar al que usaba su director, el cual había comprado en la ciudadela. Así interpretaban música de México y el mundo, música romántica y corridos, llegando inclusive a cantar temas de un extraño nuevo género llamado rock 'n' roll. Todo ello queda plasmado en un segundo L.P. Coro y Rondalla del Centro Universitario México.
El Psi. Edmundo Flores Artalejo toma la dirección en 1967 continuando con el trabajo de su fundador. En 1970 queda a cargo el Dr. Alfredo Ulloa, quien integra Sueño Imposible al repertorio, tema principal del musical de Broadway, The Man of La Mancha, que curiosamente se estrenó en 1965. Este tema se convirtió en el himno de la Rondalla del CUM. El Mtro. Alejandro Mejía Pereda se integra a la dirección junto con el Dr. Ulloa y cambia el jorongo por una capa negra, preservando las grecas. Esta capa es una alegoría del encuentro de dos mundos que se llevó a cabo en América, el viejo mundo y su capa estudiantil y la greca tan presente en la arquitectura mesoamericana. Canciones como Penélope, Enamorada y Peregrina se convierten en parte del repertorio más representativo de la Rondalla. De 1974 a 1976 un destacado ex alumno el Mtro. Rodolfo Sánchez-Armas Silva toma el cargo de director de la Rondalla.
Desde su fundación y hasta el año 1978 el Mtro. Javier Díaz-Dueñas formó parte fundamental de la Rondalla como solista, y director de 1976 a 1978. Sus arreglos corales vívidos y de un color sonoro excepcional caracterizan sus grabaciones, destacando también la incorporación de otros instrumentos como la flauta transversal para un arreglo muy especial de Penélope grabado en 1978. En 1980 regresa el Mtro. Alejandro Mejía para una segunda etapa de la cual surgieron dos grabaciones: “Concierto en Vivo con la Estudiantina del Instituto Miguel Ángel” (1981) y “Del parque de los venados” (1983), disco que toma su nombre del sitio donde se hizo la fotografía de la portada y que integra canciones populares mexicanas con temas internacionales: Granada, El Triste, Este Terco Corazón, Adoro, Enamorada, Morir de Amor, Penélope, Non Pensare a Me y un popurrí de música tropical. De esa época encuentra la grabación que conmemoró el vigésimo aniversario de la Rondalla.
Es 1985 y la ciudad de México sufre la catástrofe del 19 septiembre. El gran terremoto lo interrumpe todo, pero el espíritu sigue ahí. Es pues el momento en que el Mtro. Rodolfo Sánchez-Armas Silva retoma la dirección de la Rondalla y pese a la adversidad del momento, logra con gran talento integrar en el repertorio nuevos temas con un profundo matiz romántico, plasmados en la grabación de 1987. Lo Que Un Día Fue No Será, Al Final, Será, Delirio y un popurrí con temas de Armando Manzanero, son algunos de los grandes éxitos de la Rondalla en esta época. Para el año 1989 es el Mtro. Alejandro Sánchez-Armas Silva quien toma la dirección y convoca a la celebración del XXV aniversario. La noche colonial de 1990 fue memorable: varias generaciones de exalumnos se integran al festejo, celebrando la música y la vida. Mariana y Miguel están ahí, él como ex alumno y ella le aplaude entre el público junto con la familia que han formado. Un amor que nació veinticinco años atrás dentro de esos mismos muros de ladrillo rojo.
Para 1990 es el Mtro. Jorge Pastor Escobar quien queda a cargo del grupo; destacado y talentoso músico con una excepcional formación marista y que desde entonces hasta la fecha se encuentra a cargo de las actividades musicales del Centro Universitario México, durante este tiempo se han grabado 4 discos compactos, dos de ellos recopilatorios del 30° y 40° aniversario. De esta época se tienen muchos temas ya que durante cada ciclo escolar se renovaba casi en su totalidad el repertorio, aunque también se ensayaban y ejecutaban los grandes éxitos, huapangos, joropos, boleros, baladas, internacionales y hasta un popurrí de salsa son sólo algunos de los que destacan con arreglos de tres y cuatro voces así como armonías que sobresalen de lo común. El cascabel y Mi niña, así como Mamá y Cuando Un Amigo Se Va son de los temas más queridos y recordados de esta época. Es también en esta época que la Rondalla consolida su proyección nacional e internacional, ya que si bien a lo largo de toda su trayectoria se han organizado giras a Guanajuato, Acapulco, Monterrey, Aguascalientes, San Luis Potosí, Puebla, Celaya, Querétaro, Tequisquiapan y Veracruz. Es en 1997 que la Rondalla sale de gira internacional a Vancouver, Canadá. En 1998 a Ottawa, Montreal, Toronto y Quebec, en el año 2000 a San Antonio y Laredo Texas. En 2005, a San José, Costa Rica; Rio de Janeiro, Brasil y La Habana, Cuba, repitiendo el viaje en 2007 a San José, Costa Rica y Rio de Janeiro, Brasil; la más reciente gira fue en el año 2008 donde visitaron, Sydney, Traralgon y Melbourne, Australia, así como Tokio, Kyoto y Kobe en Japón.
Son 50 años de éxitos, construcción y crecimiento, de crear una comunidad que pretende con sencillez abonar al sueño de San Marcelino Champagnat. El Coro y Rondalla Centro Universitario México es ejemplo del amor al trabajo, vive en permanente espíritu de familia, al estilo de María, nuestra Buena Madre, es precisamente esto lo que ha trascendido a cada uno de nuestros corazones y ha dejado marcada nuestra vida. Ha sido un largo viaje para Mariana y Miguel una de tantas parejas que se conoció, se enamoró y formó una familia a lo largo de estos 50 años. Como ellos, hay muchos que se han enamorado con una canción de la Rondalla del CUM y aunque es imposible conocer todas las historias y todos los momentos, hoy nos encontramos en el mismo lugar donde todo inició.
Gracias, Señor, por darnos el don de la vida, gracias, Buena Madre, por darnos a tu hijo Jesús y reunirnos en su nombre; gracias San Marcelino Champagnat, por darnos el ejemplo de trabajo y sencillez, gracias a la comunidad de hermanos maristas del Centro Universitario México, que a lo largo de estos 50 años han apoyado este proyecto que iniciara un hombre y un grupo de jóvenes con un sueño del cual, hoy todos seremos testigos.
México, Distrito Federal, 17 de mayo de 2015.